|
|
|
Monteferro, 31 de enero de 2008:
DEL TERRITORIO Desde A Guarda a Ribadeo, desde O Courel a la Terra Chá, un terremoto de especulación y depredación de la tierra y del mar está destruyendo nuestra naturaleza, nuestro paisaje y nuestra forma de vida. Está destruyendo, por lo tanto, la propia identidad de Galicia. tu voz y de tu fuerza
Galiza en el año 2008. Hasta aquí llegamos: El litoral gallego está sufriendo un proceso especulativo de urbanización y privatización sin precedentes que destruye el paisaje y daña irreversiblemente sus recursos pesqueros y marisqueros. ![]() Foto: Xosé Marra. La artificialización de la costa y la continua construcción de rellenos (que, la mayoría de las veces, constituyen terreno gratis para empresas que nada tienen que ver con el mar), se unen a unos niveles de contaminación nunca hasta ahora registrados en nuestras rías y a un Plan de Puertos Deportivos absurdo que pretende crear en Galicia más amarres que los que tiene todo el litoral oeste de Italia, multiplicando por cuatro los que existen en Francia por cada kilómetro de costa: Privatización de lo que es de todos para disfrute y negocio de unos pocos. A ese destrozo tenemos que unir un Plan Acuícola devastador que significa la destrucción de cientos de hectáreas de las zonas mejor conservadas de nuestro litoral para la construcción de múltiples y enormes piscifactorías, para provecho de dos empresas trasnacionales.
La población de Merexo (en el círculo amarillo) quedaría aislada del mar y semirodeada por la piscifactoría de 270.000 m2 que se llevaría además muchas de sus tierras de cultivo. Un ejemplo, entre muchos posibles, de lo que significa este Plan Acuícola. Nuestros
ríos viven un proceso de degradación y sobre explotación hidroeléctrica
que se suma al abandono total del rural y de los montes: eucalipto y
fuego.
Por otra parte en Galicia tenemos dos de las centrales térmicas más contaminantes de Europa y exportamos más del 40% de la energía eléctrica que aquí se produce. Todos estos Planes (piscifactorías, puertos deportivos o parques eólicos indiscriminados), no significan ningún avance para la ciudadanía. Generan un número ridículo de puestos de trabajo y la riqueza que producen va a parar sólo a los bolsillos de las grandes empresas, de los grandes capitales, sin repercutir prácticamente nada en el tejido económico y social del país. Pero sí destruyen, degradan y usurpan lo que es de todas y todos nosotros: el medio ambiente, los recursos naturales, el paisaje y el territorio. Otro Plan de la Xunta, el de la Minería, es un triste modelo de espoliación del territorio. Significa, además, la destrucción de uno de nuestros tesoros naturales más valiosos y más queridos, un tesoro que había llegado intacto hasta nosotros: A Serra do Courel. Pero también a Terra Cha y muchas otras comarcas de Galicia sufrirán sus consecuencias.
Pizarrera en el Courel Un rosario de industrias peligrosas sigue desparramándose por el país.
El modelo de transporte y de movilidad que se está a fomentar y perpetuar es lo del vehículo privado por delante de un transporte público actualmente misérrimo. La construcción de autovías y vías de alta capacidad (base y eje vertebrador del mal llamado "Plan de Reequilibrio Territorial") supone un fuerte impacto en el territorio y el uso del automóvil privado más emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Quien vea el ridículo mapa de los ferrocarriles de Galicia sabrá de que estamos hablando: Cuatro rayas mal trazadas constituyen toda nuestra "red ferroviaria". Lejos de intentar remediarlo, ahora quieren vendernos (cómo abalorios a los indios) el AVE como solución. Un negocio también destructor del territorio, elitista, energeticamente insustentable y que de ningún modo solucionará el problema de la vertebración del país. Por si todo esto fuera poco, los Ayuntamientos de nuestras villas y ciudades dibujan
Planes Generales de Ordenación que, lejos de pretender mejorar la
calidad de vida de la ciudadanía, consisten en ver quien construye más.
Con la coartada de la ampliación de la Red Natura 2000 se vació de contenido todo el sistema anterior de espacios protegidos. Así, y sólo en la provincia de Pontevedra, más de 20.000 hectáreas de suelo perdieron toda la protección anterior. El patrimonio histórico, nuestros petroglifos, mámoas y monumentos líticos son presa de la destrucción más feroz. La legalidad urbanística y medioambiental es sistematica e impunemente vulnerada con la complicidad de las distintas administraciones, cuando no por su propia actuación e iniciativa. El país desborda de obras, actuaciones y proyectos ilegales protegidos y bendecidos por nuestros gobernantes. Las sentencias firmes de derribo, incluso las del Tribunal Supremo, nunca son ejecutadas, aumentando la sensación de impunidad de unos y la de burla y desprecio a la ciudadanía. Y que decir de la clase política: Silenciosos, cómplices y coautores de la catástrofe.
Unos y otros, todos ellos, sirven como nunca a la avaricia de los
grandes intereses económicos que subvencionan a sus partidos y sobornan
las ideas que dicen representar. Quedamos sólo nosotros, las ciudadanas y los Tenemos que recuperar el espíritu de las viejas gestas para mostrar que aún mantenemos intacta la dignidad de pueblo que no quiere morir.
Hoy, más que nunca, Galicia precisa de ti, Juntos y firmes estaremos el 17 de febrero en Compostela para defender nuestro paisaje, nuestra naturaleza, nuestra identidad y nuestra forma de vida. Juntos y firmes, bajo el sol o bajo la lluvia, será un domingo radiante de esperanza para la tierra de nuestros padres y de nuestros hijos, para la vida futura y, por que no decirlo también, para nuestro amenazado planeta. El 17 DE FEBRERO ESTAREMOS EN COMPOSTELA GALIZA NO SE VENDE
|