“El encuentro puerto-ciudad es posible sin renunciar a las obras imprescindibles, obras que llevaban demasiado tiempo esperando como la ampliación del Arenal o la solución al atraque de cruceros en el Muelle de Trasatlánticos”, dijo ayer en el Club FARO la presidenta de la Autoridad Portuaria de Vigo, Corina Porro.
“Por un puerto competitivo y sostenible” fue el título de una conferencia en la que afirmó que su gestión camina hacia el logro de un puerto que concilie esas dos características, competividad y sostenibilidad. “Hoy podemos decir con contundencia –afirmó– que hemos pasado del dicho al hecho. De planos y maquetas a obras reales. Debemos tener ojo con los macroproyectos porque podemos cargarnos la gallina de los huevos de oro, que es el mismo puerto. Por ello he puesto en marcha el Plan de Recuperación y Mejora de la Actividad Portuaria, que busca esa sostenibilidad o, dicho de otro modo, la aplicación del principio de solidaridad con las generaciones futuras sin renunciar al progreso en el presente”.
Tras una breve introducción histórica sobre el puerto de Vigo, Corina Porro afirmó que “el encuentro con el mar en un puerto que está en el centro de la ciudad es posible, y lo es aprovechando espacios en los que es posible la humanización y la convivencia, sin obras faraónicas que, además de ser de coste elevado, podrían interrumpir la actividad portuaria. Hoy están en marcha obras en el puerto por valor de 90 millones de euros, sin incluir el PLISAN, donde se desarrollan otras por valor de 50 millones”.
Ciudad amable
Dentro de esa lógica se refirió Porro al túnel de Beiramar, cuya continuidad a largo de toda la franja marítima prevista debe según ella mantenerse pero haciéndolo convivir con la “permeabilidad” de la parte superior que, dijo ella “ no podemos llenarla de macetas o arbolitos. Hay que hacer compatible la actividad portuaria con el logro de una ciudad amable”.
Respecto a la utilización de los espacios, afirmó que fue fundamental elaborar un documento básico, el Plan de Utilización de Espacios Portuarios (PUEP). “Una de las claves para su elaboración –dijo–, además del consenso con los usuarios, ha sido la eliminación de rellenos. El antiguo borrador con el que me encontré contemplaba 40.000 metros cuadrados (25.000 en Red Natura) y nosotros los hemos eliminado”.
La principal función del puerto es, según dijo, la logística que permita enfrentarse al mercado internacional, Aumentar los tráficos y reducir el tiempo de estancia de la mercancía en el puerto para disminuir costes y aumentar la inversión son para la presidenta retos a los que se está respondiendo aunque, matizó, “la competitividad del Puerto también depende de la de las empresas prestadoras de servicios portuarios y de las distintas administraciones como Sanidad Exterior, Aduana, SOIVRE...
Problema grave
Esto último le dio pie para elogiar las buenas relaciones con el Gobierno en el ámbito de Aduanas y la “irresponsabilidad” del ministerio de Sanidad, que no da respuesta a un tema tan importante como la inspección sanitaria para reducir el tiempo de estancia de la mercancía en el puerto. “Sólo se necesita la voluntad política de la autoridad competente –afirmó– y no se da en el Ministerio de Sanidad, que no responde a nuestras peticiones y afecta así a los intereses de competitividad de nuestro puerto, propiciando la marcha a otros”.
Contó Corina que tras su toma de posesión y en las entrevistas que mantuvo con toda la comunidad portuaria había un denominador común: la preocupación por el funcionamiento de la Inspección Sanitaria. Tras comprobar que más de 120.000 toneladas de pescado se desviaron a otros puertos con la misma normativa comunitaria pero más rápidos en la inspección, la propuesta de la Autoridad Portuaria fue que el tiempo máximo de permanencia en el puerto de la mercancía en espera de despacho sanitario para su importación no supere las 48 horas.
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