La asociación ecologista Luita Verde denuncia de nuevo al Concello de Cangas por realizar nuevos vertidos en Monte Carrasco «consolidando un macrovertedeiros de lixo».

El Concello lleva años depositados residuos diversos al lado de la pista forestal que une este monte con la zona de Castiñeiras. Además de los restos vegetales (hierba, podas) procedentes de las alamedas y zonas verdes del municipio, vierte la arena de las playas producto de las labores de limpieza habituales, tierra, asfalto, cemento, plásticos o ruedas. Aparecen también restos de obras, vidrio, ropa o calzado, así como electrodomésticos.

Los ecologistas calculan que los depósitos, repartidos en varios focos, ocupan un kilómetro de largo, Causan, afirman, «un enorme impacto». Los vertidos, en la ladera del monte, se pueden ver desde el Castelo. Entre ellos están apareciendo especies foráneas invasoras, como cañas, ricino, o hierba capuchina, entre otras.

«É escandaloso que o Concello siga vertendo area con residuos procedentes da limpeza de praias» en el monte, dice Luita Verde. «Tampouco ten perdón o verquido de entullos e voluminosos, porque o Concello ten que ser o primeiro en dar exemplo e depósitos no punto limpo municipal, que, polo contrario, mantenno pechado desde hai meses por abandono da empresa adxudicataria», añade el colectivo ecologista.

Los residuos vegetales deberían, añade Luita Verde, convertirse en compost en la planta de basuras comarcal, pero no se hace porque la Mancomunidade do Morrazo «nunca foi quen de arranxar e poñer en funcionamento a planta de compostaxe construida con fondos europeos». El citado colectivo denunció este extremo recientemente ante la Comisión Europea de Medio Ambiente.

Luita Verde insta a la Xunta a ordenar la paralización inmediata de los vertidos, a sancionar al Concello de Cangas y a obligarlo a retirar los existentes.

El concejal del PP Jesús Graña, por su parte, denuncia el abandono de las campañas de concienciación en pro del reciclaje por parte del gobierno cangués, al que acusa de fomentar los vertederos incontrolados e ilegales y, en general, la contaminación. Graña afirma que se están retirando los contenedores de recogida selectiva, que prolifera la basura por las calles y que la empresa que hace la recogida «está a mesturar» todo tipo de residuos sin que el gobierno local haga nada al respecto.