Nova 117
El gobierno de Nigrán tiene las horas contadas. El líder del Partido Independiente de Nigrán (PINN), Avelino Fernández, lanzó ayer un ultimátum al alcalde, el popular Alfredo Rodríguez: debe dimitir antes del mediodía del viernes para que se mantenga el pacto de gobernabilidad. Junto al regidor, deberá presentar su renuncia al cargo, el concejal de Urbanismo, Carlos Quintas, miembro del propio grupo independiente.
Los independientes tomaron esta decisión en una reunión celebrada ayer en un hotel nigranense, a la que asistieron unos veinte militantes de la formación. El encuentro se produjo horas después de conocerse la renuncia del concejal de Vías y Obras, el también integrante del PINN, José Comesaña, que aludió "motivos de salud" para abandonar la Corporación. La propuesta de Avelino Fernández es firme. Tras la revuelta vecinal que impidió la celebración del pleno para la aprobación inicial del Plan Xeral de Ordenación Municipal el pasado viernes, día 2, y las sospechas de supuesto trato de favor a promotores inmobiliarios, el líder independiente quiere responsabilidades. Considera artífices de esta situación al propio alcalde y a su concejal de Urbanismo, los únicos que mantuvieron contacto con el equipo redactor a lo largo de la elaboración del documento. El regidor y el delegado del departamento de Urbanismo fueron los primeros en conocer el Plan Xeral en cuanto el equipo redactor lo entregó al ayuntamiento. Ese mismo día, el 9 de diciembre de 2005, ambos lo guardaron en un cajón bajo llave y lo enviaron a la Xunta para que emitiese su informe sin mostrárselo a ningún otro miembro de la Corporación municipal. El líder del PINN había manifestado su malestar por la actitud de su propio concejal, pero llegó a disculparle. Ahora le considera responsable de la situación junto con Alfredo Rodríguez y trata de desmarcarse de la tramitación del documento y de la desconfianza generada entre la población. "Responsabilidad" Los independientes toman esta postura desde la "responsabilidad". Según afirmaban durante la asamblea, su intención no es romper el gobierno, sino continuar por la estabilidad de Nigrán, pero no con las mismas personas. Los integrantes del PINN pretenden aprobar un Plan Xeral consensuado con todas las fuerzas políticas y sociales del municipio, pero para ello deben desaparecer del panorama político los recelos. Esta rotunda medida pondría fin a varios meses de desencuentros entre PP y PINN. El desacuerdo en la ubicación del futuro puerto deportivo, las refriegas por la concesión de una licencia a la Fundación San Rosendo para la construcción de un geriátrico en Panxón, entre otras cuestiones, han sido motivo de disputas entre ambos partidos.
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