Los hosteleros vigueses ya notan los efectos del cambio climático. Al menos, en sus cajas registradoras. Los casi trescientos expertos de 56 países que desde hoy se dan cita en Vigo para participar en la reunión del IPCC, Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU, ya empezaron a llegar el sábado para tomar parte en reuniones previas y el ambiente se ha vuelto cosmopolita.
El IPCC es el principal organismo mundial de valoración del cambio climático y su misión principal es elaborar cada seis o siete años un informe de evaluación y posibles medidas a tomar, basado en las investigaciones científicas, técnicas y socioeconómicas realizadas por miles de expertos de todo el mundo sobre el cambio climático. En la cita que se desarrollará a lo largo de toda la semana se juntan los miembros del grupo III del IPCC, que es el encargado de valorar opciones para mitigar el cambio climático mediante la limitación de los gases de efecto invernadero emitidos desde sectores como la energía, el transporte, la construcción, la industria o la agricultura. Los especialistas preparan el quinto informe que elabora el organismo desde su creación en 1988. Llevan trabajando en el mismo desde el 2009 y será presentado en el 2014.
Colabora la universidad
Esta reunión será la tercera y penúltima del actual ciclo, tras los encuentros celebrados en Corea del Sur en julio del 2011 y en Nueva Zelanda en marzo de este año, y será la única que tendrá lugar en Europa.
La Fundación Barrié y el Centro Social Novacaixagalicia serán las dos sedes que acogerán el evento, ya que el número de ponentes requiere el uso de múltiples salas de trabajo para las reuniones simultáneas de los diferentes grupos.
La Universidade de Vigo, a través del grupo REDE y el centro de investigación Economics for Energy, colaboran en la organización de este evento avalado por el representante español ante el IPCC, la Oficina Española de Cambio Climático del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente.
Catedrático de Economía en la Universidade de Vigo, Xavier Labandeira pertenece al departamento de Economía Aplicada y a REDE, consolidado grupo de investigación que aborda los principales aspectos económicos relacionados con la innovación, la energía y el medio ambiente. Labandeira es además el único economista español del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU para la elaboración de su quinto informe de evaluación.
-¿Cuáles son las claves de esta reunión?
-El grupo que se reúne en Vigo se interesa especialmente por la mitigación del cambio climático: por el diseño y efecto de políticas y los aspectos tecnológicos, y pondrá especial atención a los comentarios de otros expertos a un primer borrador.
-El IPCC hace un trabajo importante y muy serio, pero da la impresión de que nada cambia en el planeta. ¿Sus miembros se sienten muy frustrados?
-Yo creo que los informes previos del IPCC sí han tenido influencia: por ejemplo, para la constitución de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático, que está detrás de las cumbres climáticas, o para el propio Protocolo de Kioto. Otra cosa es que las múltiples barreras que existen para avanzar en economías con menores emisiones de gases de efecto invernadero sean importantes y persistentes al tratarse de un problema global e intergeneracional.
-¿Cuál es su papel, como economista, en este conglomerado de expertos?
-En realidad hay bastantes economistas en este grupo III. La economía es fundamental en las discusiones sobre este tema y no solo para evaluar los daños del cambio climático, sino también para definir correctamente las políticas y estrategias.
-¿Los Gobiernos se toman realmente en serio sus conclusiones? ¿Ustedes lo constatan?
-El IPCC es un organismo intergubernamental y aunque las conclusiones son relevantes para el diseño y la aplicación de políticas, no son prescriptivas. Son los Gobiernos los que, en base a la información existente, deben tomar las decisiones.
-¿Cómo ve la situación en España?
-Nuestro país puede ganar mucho siendo más eficiente energéticamente, para lo que los precios de estos productos deben jugar un papel fundamental, y continuando con el desarrollo de las energías renovables. Eso, además de permitirnos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes, evitará que tengamos que destinar tantos recursos para comprar los combustibles fósiles con que no contamos.
-¿Qué puede hacer uno desde su casa para, al menos, no empeorar el panorama?
-Podemos intentar ser más eficientes energéticamente a través de, por ejemplo, un mayor aislamiento de las viviendas o la sustitución de electrodomésticos y coches ineficientes, y cambiar nuestro comportamiento en el uso de energía y el transporte.
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