Unas grabaciones que estuvieron a punto de perderse para la causa y que la Audiencia Provincial de A Coruña reclamó en septiembre a Salvamento Marítimo revelan que en el Ministerio de Fomento no había una postura monolítica a favor de alejar el Prestige. Dos altos cargos del departamento muestran en una conversación grabada su preferencia por la opción del refugio e incluso optan por elegir el lugar: la terminal de Repsol del puerto de A Coruña.
La conversación se produce a la mañana siguiente del accidente del Prestige, el 14 de noviembre del 2002, cuando los remolcadores situados al lado del petrolero aún no habían logrado hacer firme el remolque. El entonces director de operaciones de Salvamento Marítimo, Jesús Uribe, llama al jefe del Centro Nacional de Coordinación de Salvamento, Pedro Sánchez. Ambos son los dos pivotes sobre los que descansa el despliegue operativo y la coordinación general, y es Pedro Sánchez el que saca en la conversación la pregunta del millón: «¿Qué hacemos con el barco una vez trincado?».
Uribe le responde que sus superiores deberían entender que la mejor opción era buscar una empresa de salvamento de la experiencia de Smit Tak, la compañía holandesa que finalmente fue contratada por el armador. Pero es Pedro Sánchez quien primero menciona la posibilidad de «abrigar» el petrolero. Uribe no se lo discute. Incluso aporta que «había que buscar un sitio», pero Pedro Sánchez tiene poca confianza en que esta propuesta prospere entre sus superiores, pues «contaminando nos van a decir que un huevo». Jesús Uribe cree que en todo caso es una decisión que se debe tomar por encima de ellos, lo que llaman «autoridad marítima» y que, según los protocolos vigentes entonces, es el director general de la Marina Mercante, José Luis López Sors, imputado en la causa al autoproclamarse el responsable de tomar la decisión de alejar el Prestige. Uribe, en cualquier caso, cree que este es un accidente para aplicar la filosofía de los puertos refugio y apuesta claramente por la terminal de Repsol en A Coruña, cercando el buque con barreras anticontaminación. Y expone con toda crudeza el dilema al que se enfrentaban: «O joder La Coruña o joder toda la costa».
La interpretación de estas conversaciones, que llegaron a la Audiencia coruñesa el pasado 19 de septiembre, tiene varios prismas. Los contrarios al alejamiento interpretan que los responsables técnicos optaban por el refugio como primera opción y que, a posteriori, se tomó una decisión más condicionada políticamente. Quienes creen que alejar el Prestige fue una decisión legítima y fundamentada consideran que estas conversaciones revelan que existió un debate técnico sobre el asunto y que la decisión no se tomó a priori, el mismo día del accidente.
Estas cintas no se aportaron en su momento por «problemas técnicos». Según Salvamento Marítimo, el juzgado de Corcubión las devolvió en el 2010 -no ha trascendido por qué- y volvieron a reintegrarse a la causa hace unos días.
Pedro Sánchez, jefe del Centro Nacional de Coordinación de Salvamento (Hablando por otro teléfono).
Jesús Uribe, director de operaciones de Salvamento Marítimo.
J. U. Sí, ¿Pedro?
P. S. Sí, entonces Jesús yo estaba pensando eso, que qué instrucciones se les va a dar, a ver qué es lo que vamos a hacer.
J. U. Pues eso.
P. S. A partir de que tomen un remolque en condiciones que hagan qué...
J. U. Eso es una decisión que corresponde a la autoridad marítima [el director general de la Marina Mercante], pero desde luego, de aconsejarles, yo iría hacia el suroeste.
P. S. La autoridad marítima dirá que se largue las 12 millas para fuera.
J. U. Eso es, pero en principio yo me iría hacia el suroeste, o sea...
P. S. Si va para el suroeste se va de proa.
J. U. ¿Eh?
P. S. Se va de proa a la mar.
J. U. Adonde se pueda ir razonablemente, hijo.
P. S. Sí.
J. U. ¿Eh?, esa es la historia, donde se pueda ir razonablemente.
P. S. Sí.
J. U. Adónde se puede ir razonablemente...
P. S. Ya.
J. U. Sin que el barco se rompa.
P. S. Sí.
J. U. ¿Eh? Porque igual yendo poco a poco aguantando... porque ahora... ¿a qué rumbo está aguantando?
P. S. Ahora iban aguantando un poco hacia el norte.
J. U. Pues oye, pues igual es la idea, que tengan que ir aguantando hacia el norte en espera de mejor tiempo.
P. S. Bueno.
J. U. ¿Eh?
P. S. Pues eso, no, te lo digo porque será una pregunta que saltará.
J. U. ¿Eh?
P. S. ¿Qué hacemos con el barco una vez trincado?
J. U. Hombre, el barco ese hay que ponerlo en manos de unos salvadores, evidentemente una Smit Tak [la empresa holandesa que finalmente se hace cargo del petrolero].
P. S. Claro.
J. U. Para ver qué se puede hacer.
P. S. Claro.
J. U. Eso que no le quepa ninguna duda a este: hay que ponerlo en manos de unos salvadores para ver lo que se puede hacer.
P. S. Ya... Habría que abrigar un poco el...
J. U. Y habría que buscar un sitio...
P. S. Buscar un sitio un poco abrigado... pero, claro, contaminando nos van a decir que un huevo.
J. U. Bueno, pues oye, esa es la decisión de... esa es la decisión de la autoridad marítima.
P. S. Ajá.
J. U. Igual, oye, pues estos son casos... pues ahí tienes... toma puertos de refugio.
P. S. Claro.
J. U. Toma puerto... O jodes La Coruña o jodes toda la costa.
P. S. Sí.
J. U. Por ejemplo.
P. S. Ajá.
J. U. ¿Eh? Igual es mejor coger, amarrarlo en La Coruña y cercarlo con barreras inmediatamente, allí en Repsol, y decirle a Repsol: ¡Lo siento mucho! ¿Eh?
P. S. Sí, ya, pero eso ya no es una decisión nuestra, mira.
J. U. Es una decisión...
P. S. De alguna nos libramos...
J. U. Pues eso, esa está ahí...
Después siguen hablando de aplicar el Plan Vizcaya.
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