A la pregunta concreta de si la Xunta tiene un "plan b" ante la posibilidad de que finalmente se descarte la ubicación de la que se convertiría en la planta de tratamiento de residuos del sur de Galicia en el concello ourensano de O Irixo, la respuesta del conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Agustín Hernández fue de lo más clarificadora: "No, nosotros lo único que estamos es a la espera de la decisión que adopte la Consellería de Economía e Industria, para en ese momento adoptar la decisión que consideremos que beneficia más a los intereses generales de Galicia".
Una revelación que está acorde con la situación actual en la que se encuentra el proyecto industrial de Estrella Eólica, vinculado al concurso eólico, y que para Agustín Hernández "pinta mal", debido a que después de que se presentase en diciembre de 2011, con lo que se lleva camino de cumplir un año, "no hay novedad alguna al respecto a este tema". La revelación se produjo durante el encuentro que mantuvo en el Concello de Barbadás, con el alcalde, José Manuel Freire Couto, y en el que también estuvo presente el delegado territorial de la Xunta, Rogelio Martínez.
Hernández evitó entrar de lleno en la cuestión de responsabilidades, así como en hacer responsable de la situación a la empresa Estrela Eólica por no haber cumplido los plazos establecidos, y formalizar la tramitación correspondiente. "Esa es una cuestión que está en el ámbito competencial de la Consellería de Economía e Industria, es la que debe valorar si es que la empresa esta cumpliendo los plazos del concurso eólico", indicó.
En lo que se refiere a la Consellería de Medio Ambiente, recalcó que "no tenemos ninguna novedad" , aunque advertía que desde diciembre de 2011 hasta el día de hoy se produjeron novedades importantes, y citó en concreto la modificación sustancial del tratamiento de las primas a la generación de energía eléctrica en relación con la incineración de la basura y también en con la propia generación vinculada a la energía eólica.
De ahí que Agustín Hernández considere que las circunstancias y los condicionantes económicos de este proyecto "cambiaron sustancialmente", pero en todo caso reiteró que es una cuestión "ajena a la consellería", ya que su cometido es valorar dentro de los que es el plan de residuos el proyecto de la empresa, tramitarlo ambientalmente y por ahora "no tenemos ninguna novedad ni ningún avance en ese aspecto".
Con los datos aportados por el conselleiro de Medio Ambiente sobre el proyecto de la planta incineradora de Estela Eólico, todo hace indicar que Galicia seguirá con una planta de tratamiento, que es la de Sogama. " En este momento es lo único que existe", comentó. Y sobre una posible, Hernández se limitó a decir que "lo que tenemos es un Plan de Residuos aprobado, y una única instalación de tratamiento de residuos en nuestro territorio" , para eludir pronunciarse sobre una posible ampliación de Sogama, como así se llegó a plantear.
Una opción que para poder ser una realidad llevaría consigo la modificación del Plan de Residuos de Galicia, que establece que la nueva Sogama debería instalarse en alguno de los concellos del sur de la comunidad autónoma, como señalan los técnicos, además de iniciar un proceso que también contempla una valoración económica y ambiental.
Incineración
El proyecto de Estela Eólica, de acuerdo con lo que establece el programa de gestión de residuos de la Xunta, contemplaba en O Irixo un complejo con capacidad para tratar un volumen de 300.000 toneladas de residuos al año: selección de envases ligeros, unas 16.000 toneladas anuales; compostaje de 40.000 toneladas al año de basura de tipo orgánico, y se incineraría el resto de residuos sólidos no reciclables, unas 244.000 toneladas, que suponen el 81% del volumen global que llegaría anualmente del sur de Galicia al complejo de tratamiento de O Irixo.
El proyecto, que nada más hacerse pública su ubicación por la Xunta, se convirtió en un foco de conflicto al contar con el rechazo, ya no solo de colectivos de los concellos de la comarca de O Carballiño y O Ribeiro, sino del Deza, en Pontevedra.
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