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GALICIA

23/05/2012 | X. A. Taboada | SANTIAGO
   

La Xunta propone convertir en rústico el exceso de suelo urbanizable que rodea las ciudades


Medio Ambiente envía al Parlamento las bases para elaborar la nueva Lei do Solo

La Consellería de Medio Ambiente remitió ayer a los grupos parlamentarios el documento de bases para elaborar una nueva Lei do Solo con la que se pretende simplificar y agilizar el planeamiento urbanístico de los concellos al sustituir a la actual normativa. Esta nueva ley, de todas formas, se tendría que aprobar en la próxima legislatura porque en ésta no hay tiempo. Entre los cambios que propone la Xunta figura el poder desclasificar suelos urbanizables sin construir (básicamente ubicados en la periferia de las ciudades) y reconvertirlos en rústicos a coste cero para los ayuntamientos; fomentar la ocupación de solares y bolsas de terrenos sin ocupar en los núcleos urbanos; permitir una mayor edificabilidad en zonas urbanas no consolidadas para compensar los altos costes de urbanización o dejar en manos de las ciudades la competencia para aprobar de forma definitiva sus respectivos planes de ordenación, aunque para ello necesiten un informe favorable de la Xunta.

- Suelo urbanizable. Debido al boom del ladrillo en los últimos años los concellos se apresuraron a clasificar como suelo urbanizable grandes áreas de terrenos ubicadas en la periferia de las ciudades y poblaciones medianas ante la perspectiva de un intenso desarrollo urbanístico que la crisis truncó de raíz. La idea de la Xunta no solo es contener la expansión del suelo urbanizable, por lo que propone que su crecimiento quede condicionado a la evolución demográfica, sino también reducir su actual extensión.

Para ello, aboga por que la nueva ley permita reconvertir en rústico suelo urbanizable sin ocupar y dejando bien claro que los concellos no tendrán que pagar indemnización alguna para realizar estas operaciones. La explicación dada por Medio Ambiente es que por lo general los planes municipales conceden ocho años para desarrollar los suelos urbanizables y que si agotado el plazo no se ha ejecutado desarrollo alguno, entonces los afectados pierden todos sus derechos y ya no pueden reclamar indemnizaciones a los ayuntamientos.

Con esta propuesta, la Xunta quiere frenar el fenómeno de la desocupación de los centros urbanos ante una población que opta irse a la periferia solo porque allí una vivienda resulta más barata.

- Núcleos compactos. En la misma línea, el Gobierno gallego quiere tomar medidas para evitar desarrollos aislados de suelo urbano y apostar por compactar las ciudades, promoviendo la rehabilitación de los cascos históricos y el llenado de las bolsas de solares vacíos para reforzar el suelo urbano con edificaciones dispersas "en detrimento del urbanizable".

Consciente del elevado coste de urbanización que esto supone, la Xunta aboga por incrementar la edificabilidad del suelo urbano no consolidado, para así posibilitar a los promotores unos mayores ingresos con los que hacer frente a las indemnizaciones por construcciones existentes, al realojo de inquilinos o a la conservación de edificios catalogados con algún tipo de protección.

- Aprobación del PXOM. Ahora es la Xunta la que aprueba el PXOM de cada concello, pero Medio Ambiente plantea que las ayuntamientos de más de 50.000 habitantes puedan asumir esta competencia, bien por delegación autonómica o con carácter propio. Pero el cambio sería más simbólico que práctico, porque la Xunta tendría que emitir un informe favorable y vinculante antes de que el concello aprobase el plan xeral de ordenación urbanística.

Además, la intención es fijar una plazo máximo para que los ayuntamientos elaboren sus respectivos planes urbanísticos. Si lo incumplen, la Xunta asumirá de oficio su redacción.




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