Tarde frenética de incendios en la comarca Entre las siete de la tarde y las nueve y media de la noche, el Val Miñor registró cuatro incendios que arrasaron al menos tres hectáreas y media de matorral y monte arbolado. El mayor de ellos, todavía incontrolado al cierre de esta edición, se declaró en la parroquia gondomareña de Couso, donde algunos vecinos, alarmados ante la proximidad de las llamas a sus casas, salieron para colaborar en la extinción.
Las alertas se desataban en torno a las ocho y media de la tarde en el barrio de Os Remedios, una zona en la que se ubican varias viviendas unifamiliares. Las llamas se acercaron a las casas en torno a cinco metros, exactamente el ancho de un vial que las separa del monte.
Varias brigadas forestales de Medio Rural, el grupo operativo de emergencias del Val Miñor, una patrulla de la Policía Local de Gondomar y efectivos de la Guardia Civil trataban de sofocar el incendio, aparentemente intencionado, que arrasó dos hectáreas de monte en la zona. En un primer momento, las llamas parecían remitir, pero las fuertes ráfagas de viento de la última hora de la tarde contribuyeron a propagarlo y seguía devorando árboles y matorrales por la noche.
Baredo
Dos horas antes, las brigadas de la Xunta, el grupo de emergencias comarcal, la Policía Local de Baiona y agentes de la Guardia Civil acudían a otro incendio, también supuestamente provocado, en la parroquia baionesa de Baredo, concretamente en el barrio de A Portela, cerca de Cabo Silleiro. Aunque allí no había peligro para las viviendas, ubicadas a 300 metros, las llamas lograron devastar 15.000 metros cuadrados de fincas privadas con matorral.
Los otros dos fuegos resultaron menores, con apenas 100 metros cuadrados arrasados, como consecuencia de sendas quemas de rastrojos que se propagaron a causa del viento. El primero tuvo lugar en Priegue en torno a las siete de la tarde y el agente del grupo de emergencias del Val Miñor lo sofocó enseguida. A las nueve y media se escapaba otra quema de restos de poda en la parroquia de Belesar, en Baiona.
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